Para este frío: Rico Chocolate Caliente
En esta temporada en la que el frío comienza a sentirse, nada
es tan reconfortante como una deliciosa taza de chocolate caliente mexicano.
El chocolate caliente mexicano es conocido en todo el mundo
por su delicioso sabor. Conoce el origen de esta milenaria bebida y aprende a
prepararla en su forma tradicional, para que lo sirvas en tu mesa humeante y
espumoso, tal como se toma en México.
Una bebida ancestral
Una de las grandes aportaciones gastronómicas que ha hecho
México al mundo es el cacao. Se tiene registro de que las civilizaciones
prehispánicas domesticaron este grano desde, al menos, hace 4000 años, y era
tan apreciado que su valor iba más allá de ser un ingrediente para la
preparación del chocolate: se utilizaba como objeto ritual y tenía valor de
intercambio monetario.
A su llegada a México, los españoles se enamoraron del sabor
del chocolate y una vez llevado a España, se convirtió en la bebida oficial del
rey. A finales del siglo XVII, se difundió su uso en Europa y su popularidad se
extendió hasta nuestros días.
Consejos para prepararlo
La preparación tradicional del chocolate caliente mexicano se
realiza con barras sólidas que se obtienen de la molienda de cacao con azúcar
y, en algunas ocasiones, también contienen almendras, canela y otras especias.
Existe una oferta muy variada de barras de chocolate hechas
en México. Elige las que tengan una
mayor proporción de cacao y menos azúcar para que la añadas a tu gusto.
Para su preparación de forma clásica, se recomienda el uso de
un recipiente de barro con forma de cazo y un "molinillo" de madera,
utensilios mexicanos especiales para la elaboración de esta bebida. El
molinillo permite, por su conformación, hacer espuma abundante. Si no puedes
adquirirlo, utiliza la licuadora.
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Ingredientes:
4 tazas de leche
7 onzas (200 gramos) de chocolate en barra
Canela y azúcar (opcionales)
Preparación:
Calienta en un cazo la leche y el chocolate en barra hasta
que este último se derrita. Puedes revisar que el chocolate no se pegue con una
pequeña espátula de madera. La leche no debe alcanzar el hervor.
Retira la mezcla del fuego.
Si cuentas con el recipiente de barro y el molinillo, puedes
preparar todo ahí y generar la espuma. En caso de que no, vacía la mezcla de
leche y chocolate caliente en la licuadora y mezcla hasta hacer espuma.
Sirve el delicioso chocolate caliente en tazas profundas.
Si lo deseas, agrega azúcar o canela para hacer más intenso
su sabor. ¡Disfrútalo!
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